19/10/2017

PLANTA presenta Double Bind, la obra cumbre de Juan Muñoz

A partir del 30 de octubre, el proyecto PLANTA impulsado por Sorigué y Fundació Sorigué en Lleida acogerá la instalación Double Bind del artista Juan Muñoz (1953-2001).

Esta instalación escultórica de dimensiones extraordinarias, es considerada como la obra cumbre de este creador de prestigio internacional y fue creada  en 2001 para la Sala de Turbinas de Tate Modern.

La monumental obra se exhibe por primera vez en España en un escenario único: el proyecto PLANTA, un espacio de confluencia e interacción de la creación artística contemporánea y la innovación empresarial, en el que se encuentran propuestas artísticas y arquitectónicas únicas en el mundo.

Cercano a la obra se ha instalado un centro de documentación que aporta conocimiento sobre la pieza y el artista a través de dibujos y anotaciones del propio Juan Muñoz, catálogos y una selección de piezas sonoras.

  • PLANTA abre por primera vez sus puertas al público a través de esta instalación y tras presentar su propuesta arquitectónica en la Bienal de Chicago el pasado mes de septiembre. En los próximos meses, el proyecto de Sorigué y su fundación albergará sites specific con la obra de grandes artistas como William Kentridge, Bill Viola y Wim Wenders, entre otros.

La obra considerada como la pieza cumbre del artista Juan Muñoz (Madrid 1953-Ibiza 2001) se presenta por primera vez en España en PLANTA, el proyecto promovido por Sorigué y Fundació Sorigué, que albergará la pieza durante los próximos 5 años en un espacio único de más de 2.000 metros cuadrados que ha sido transformado específicamente para acoger esta obra.

Double Bind fue realizada en el año 2001 como un proyecto específico para la Sala de Turbinas de la Tate Modern, como parte de las  “Unilever Series”, y contó con el comisariado de James Lingwood y Susan May.

Double Bind es una instalación que cuenta con varios niveles, segmentados para crear diferentes capas de experiencia. Ocupando una gran superficie y sin caer en lo monumental, crea un espacio íntimo de experiencia, como indica James Lingwood.

Esta compleja obra reúne los elementos característicos del trabajo de Juan Muñoz y establece un diálogo con el espacio, con la perspectiva, con la horizontalidad y la verticalidad, la ilusión, lo visible y lo invisible. Por la complejidad de la instalación, el repertorio de elementos que aglutina y el espacio que construye, la obra Double Bind ha pasado a ser considerada como una obra maestra del arte de nuestro tiempo.

Pocos meses después de la presentación de Double Bind en Tate Modern, Juan Muñoz fallecía a la edad de 48 años. La obra fue desinstalada de la Tate en el mes de marzo de 2002, y se convirtió en su última gran obra.

En el año 2015, el espacio de Hangar Bicocca de Pirelli en Milán realizó una exposición que, bajo el comisariado de Vicente Todolí, revisaba la carrera de Muñoz contando por primera vez con, entre otras piezas, la instalación de Double Bind.

AHORA, EN 2017, PLANTA PRESENTA DOUBLE BIND, SIENDO LA PRIMERA VEZ QUE SE EXHIBE EN ESPAÑA Y MOSTRÁNDOSE DENTRO DE UN PABELLÓN ESPECÍFICAMENTE DISEÑADO PARA ALBERGAR ÚNICAMENTE ESTA PIEZA, Y EN UN ENTORNO INDUSTRIAL Y ESPACIO DISRUPTIVO DE ARTE.

La obra se ha instalado en una antigua nave empleada anteriormente para la fabricación de dovelas de hormigón, que ha sido reformada de forma exclusiva para esta pieza, y se ha transformado siguiendo las líneas y dimensiones marcadas por la obra en Tate Modern. La instalación cuenta con 2.000 metros cuadrados de espacio, más de 100 metros de largo por 20 de ancho, y una altura de 18 metros. La nave ha incorporado a su arquitectura una rampa de más de 40 metros de largo que conduce al espectador hasta el inicio de la obra acentuando los diferentes niveles de experiencia de la obra.

Junto a la nave que alberga Double Bind se ha instalado un centro de documentación sobre la obra, que contará con catálogos, dibujos, referencias fotográficas y piezas sonoras del propio artista que ayudarán a entender la obra así como el proceso de trabajo de la misma y su instalación en PLANTA.

El entorno que envuelve la instalación está formado por la unión entre el paisaje natural de la zona y los procesos industriales propios de la cantera de extracción de materiales originaria de Sorigué. Los campos de olivos y las montañas de grava dibujan un paisaje singular en el que se encuentran espacios de arte contemporáneo únicos que albergan la obra de artistas como Anselm Kiefer y Bill Viola, entre otros.

PLANTA abre sus puertas al público a través de esta instalación, mostrando la obra fundamental de este artista que ha marcado la historia de la escultura contemporánea de las últimas décadas.

SOBRE PLANTA

PLANTA es un innovador proyecto que articula la forma que tiene Sorigué de entender el retorno en su confluencia con el arte, la ciencia, la arquitectura, el paisaje, el conocimiento y la empresa.

El proyecto se sitúa en La Plana del Corb, un complejo industrial en activo en Balaguer (Lleida), que simboliza los inicios de Sorigué como grupo empresarial y materializa sus valores. PLANTA contará con un edificio central realizado por Abalos + Sentkiewicz (AS+) junto a un equipo de expertos asociado al proyecto. Su propuesta arquitectónica ha sido presentada este mes de septiembre en la Bienal de Chicago, y se define como un experimento de termodinámica arquitectónica y una máquina térmica que pone en relación el clima local y la materia con la que se construye, mediante una cuidadosa ecuación entre forma, materia y flujo que permitirá generar un edifico cien por cien autónomo.

PLANTA está formado además por sites- specific, espacios de arte únicos en el mundo que contienen piezas de importantes artistas de ámbito internacional como son el pabellón de Anselm Kiefer que alberga tres monumentales piezas del artista alemán y una instalación subterránea de Bill Viola. En la actualidad se trabaja en una gran instalación del artista sudafricano William Kentridge, una obra única del creador alemán Wim Wenders, una pieza de grandes dimensiones de la artista japonesa Chiharu Shiota,  y un nuevo espacio específico para una pieza excepcional de Bill Viola.

El interés por exponer Double Bind durante los próximos cinco años en PLANTA, surge del compromiso de la Fundació Sorigué con el arte de su tiempo y los artistas de su colección: Juan Muñoz es uno de los creadores presentes en el fondo de arte de la fundación.

SOBRE LA COLECCIÓN DE ARTE CONTEMPORÁNEO FUNDACIÓ SORIGUÉ

La Fundació Sorigué ha ido construyendo en los últimos 15 años una de las colecciones privadas de arte contemporáneo más importantes de España, reconocida con el premio Arte y Mecenazgo, impulsado por la fundación “la Caixa”, en mayo de 2015; y el premio GAC al Coleccionismo en 2017, impulsado por el Gremio de Galerías de Arte de Cataluña con la colaboración de la Asociación Art Barcelona.

Compuesta por más de 450 obras de artistas nacionales e internacionales, la colección de la Fundació Sorigué reúne obras en torno a valores plásticos, más que a estilos concretos e intenta localizarse en los aspectos más sensitivos y emocionales del trabajo artístico. Por tanto alterna artistas de renombre internacional con autores prácticamente desconocidos; se trata pues de una colección abierta que establece muchas conexiones entre los diferentes lenguajes y el entorno.

La entidad mantiene una activa política de préstamos a instituciones nacionales e internacionales. La colección ha participado en exposiciones producidas por el Museo

Thyssen-Bornemisza de Madrid, el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), el Museo de Bellas Artes de Bilbao, el Museo Albertina de Viena, el Museo de Arte Santa Mónica de California, la Tate Gallery de Liverpool, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) de Sevilla, el Arts Santa Mónica de Barcelona, el Palazzo Fortuny de Venecia y el Museo de Bellas Artes de Boston, entre otros.

Uno de los focos de atención de la colección es, junto a la imagen en movimiento y el dibujo y la pintura, la escultura contemporánea. En fondo de la colección tiene importantes registros de algunos de los más destacados artistas de esta disciplina, contando con obras de artistas como Doris Salcedo, George Segal, Anthony Gomley, Anish Kapoor, Cristina Iglesias, Tonny Cragg, Eric Fischl, o Kiki Smith y por supuesto Juan Muñoz, que está representado en la Colección por su obra “Four Piggybacks with knives”, una pieza escultórica compuesta por cuatro conjuntos de figuras humanas realizadas en bronce. La obra fue realizada en 2001, mismo año en el que se presentó Double Bind en la Tate Modern.

SOBRE DOUBLE BIND

Considerada como la obra maestra de Juan Muñoz, Double Bind fue realizada en el año 2001 como un proyecto específico para la Sala de Turbinas de la Tate Modern, y contó con el comisariado de James Lingwood y Susan May. Esta instalación fue la segunda propuesta de las denominadas, en aquel momento, “Unilever Series”, cuyo objetivo es invitar a artistas contemporáneos a responder a este espacio colosal de entrada al edificio de la Tate Modern, diseñado por los arquitectos Herzog & De Meuron.

La primera artista en participar en este programa fue la creadora franco americana Louise Bourgeois, seguida por Juan Muñoz. Por este espacio han pasado algunos de los más importantes artistas que establecen nuevos paradigmas sobre la relación entre arte y espacio, como Doris Salcedo, Tacita Dean o Anish Kapoor.

Tate Modern invitó a Muñoz a principios del año 2000, mismo año en el que se le concede el Premio Nacional de Artes Plásticas por parte del Gobierno de España, a crear una intervención en esta sala, siendo a día de hoy el único artista español en haber participado en este proyecto.

Double Bind supuso para Juan Muñoz volver con un proyecto de arte a la ciudad que tuvo un importante lugar en su carrera, ya que en Londres se formó como artista durante la década de los ‘70. Pocos meses después de la presentación de la instalación en Tate Modern, Juan Muñoz fallecía a la edad de 48 años. La obra fue desinstalada un año después y Double Bind se convirtió en su última gran obra.

La pieza tiene un nivel horizontal superior desde donde se observa un paisaje óptico no transitable. Dos elevadores vacíos transitan este nivel, suben hasta el techo de la sala y se sumergen en un nivel inferior, marcando la profundidad del espacio e incorporando movimiento. En el nivel inferior, de atmósfera oscura a modo de garaje, los espectadores pueden circular y observar encima de ellos  el espacio intermedio, en las que se producen escenas dentro de unos patios interiores o shafts, construidos entre las columnas. Estos lugares contienen una veintena de figuras humanas, elementos de arquitectura como ventanas, puertas, persianas, y aparatos de aire acondicionado. Los componentes de la obra están realizados con resina de poliester, fibra de vidrio, tela y pigmentos naturales, y madera.

SOBRE JUAN MUÑOZ

Juan Muñoz es conocido por sus obras escultóricas en las que sitúa la figura humana dentro de ambientes arquitectónicos elaborados o complejos, escenarios alienantes y mundos ficticios habitados por personajes, que dan lugar a innumerables narraciones posibles.

“Encontrar un sujeto en la figura humana que guíe la atención del espectador hacia el sentido de ‘lo otro’ implícito en la figura en sí misma.”  Juan Muñoz.

Nace en Madrid en el año 1953. Tiene como tutor al crítico de arte Santiago Amón que tendrá un importante impacto en su educación. En 1970 se traslada a Londres donde realiza estudios en el Central School of Art and Design y en la Croydon School of Art. En el año 1981 obtiene una beca Fulbright y estudia en el Pratt Graphic Center y es artista en residencia en el PS1 Contemporary Art Center de Nueva York.

Tras su estancia en Estados Unidos se establece en Madrid. Realiza dos exposiciones como comisario, y en el año 1983 abandona la práctica curatorial para centrarse en la escultura, pero sigue escribiendo textos y colaborando con otras disciplinas. Celebra su primera exposición en el año 1984 y durante las siguientes décadas realizará una de las carreras más excepcionales del arte del último tercio del siglo XX.

Juan Muñoz investigó la relación entre la figura humana y el espacio expositivo. Exploró nuevas formas de distorsionar el espacio, utilizando perspectivas atrevidas y variaciones de escala, no sólo para comprometer al espectador a nivel de percepción y los sentidos, sino también, y especialmente, para crear una tensión psicológica en el individuo que interactúa con su obra.

Creó un nuevo paradigma de discurso artístico. Como el crítico e historiador Jan Avgikos ha señalado: de expresión sin ser expresionista, y  “borrando las líneas entre pasado y presente”. Junto a su obra en escultura, también dibujó, realizó instalaciones, piezas sonoras, colaboró con actores, músicos y cineastas, y escribió, siendo considerado un auténtico humanista contemporáneo.

Como ha indicado Manuel Borja Villel, director del Museo Reina Sofía “en cada una de estas producciones encontramos puntos de conexión dentro de un universo coherente y fugitivo que, operando muchas veces desde la ausencia, alude siempre a un más allá del lugar de su propia formulación disciplinar o referencial”.

Fotografías (Flickr)

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