El título de la instalación, Double Bind, proviene de la teoría desarrollada por el antropólogo social Gregory Bateson en referencia a la intercomunicación entre personas: define un dilema emocionalmente angustiante en el cual un individuo recibe dos o más mensajes que se contradicen entre sí.
La obra, según el propio artista, explora cuán contradictorio y engañoso es la mayor parte de lo que nos decimos entre nosotros y cuántos malentendidos se mezclan en el lenguaje y la comunicación en nuestro día a día.
La instalación se divide en dos espacios. Un nivel superior en el que el visitante observa, desde de la barandilla de un balcón, un suelo estampado a través del cual dos ascensores suben y bajan en continuo movimiento. Este suelo parece estar perforado con una serie de grandes agujeros, algunos de los cuales son sin embargo ilusiones ópticas. Adentrándonos en la penumbra del espacio inferior se visualiza un nivel intermedio, habitado por una serie de figuras, las expresiones y acciones de las cuales no son claras, al igual que nuestro propio papel en su drama privado.
Para la realización de sus piezas, Muñoz bebió de fuentes muy diversas: la literatura, el teatro, la filosofía o la arquitectura, así como de elementos de la magia y el ilusionismo. Double Bind recoge todas estas influencias, y también muestra la mayoría de los conceptos sobre los que trabajó en su carrera artística: la realidad, lo visible y lo invisible, la identidad, el espacio o la perspectiva. Todo ello con el objetivo de poner al espectador en un estado de tensión psicológica y de cuestionamiento de la realidad que le rodea.
Pocos meses después de la presentación de Double Bind en Tate Modern, Juan Muñoz fallecía a la edad de 48 años. La obra fue desinstalada de la Tate en el mes de marzo de 2002, y se convirtió en su última gran obra. En el año 2015, el espacio de Hangar Bicocca de Pirelli en Milán realizó una exposición que, bajo el comisariado de Vicente Todolí, revisaba la carrera de Muñoz contando por primera vez con, entre otras piezas, la instalación de Double Bind. En 2017, PLANTA presentó Double Bind, siendo la primera vez que se exhibía en España.
Cedida al proyecto PLANTA por un período de cinco años, Double Bind evoca el carácter humanista de la colección de la Fundació Sorigué.
Se trata de una obra propiedad del estate de Juan Muñoz que ha sido invitada a PLANTA durante un tiempo determinado. Este modelo de guest work es un ejemplo de práctica sostenible, puesto que permite exhibir obras de una gran complejidad técnica y con requerimientos –espaciales en este caso– muy específicos sin necesariamente incorporar la pieza a la colección.