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Un monumento a la intimidad
La instalación de estas esculturas en PLANTA invita a la introspección.
El Día y La Noche, conocidas también como Carmen despierta y Carmen dormida, supusieron para López su primera escultura pública en solitario. El interés de Antonio López en la representación del hombre y de la mujer a través de la escultura es un rasgo distintivo de su trayectoria. El artista se muestra fascinado por la representación de la infancia.
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Un contexo insólito
Ambas esculturas se exponen en un escenario opuesto al urbano
En PLANTA, El Día y La Noche, se presentan en un contexto que dota a las piezas de un aura singular, envueltas entre naturaleza y procesos industriales que le proporcionan un carácter introspectivo diferente a su ubicación pública más conocida: el exterior de la madrileña estación de Atocha.
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La magia de Antonio López convierte lo cotidiano en trascendente
La incorporación de “Cuarto de baño” (1970 – 1973) a la colección de la Fundació Sorigué marcó un punto de inflexión en su desarrollo y el inicio de una próspera relación de colaboración con el autor. Actualmente, el conjunto de obras de este artista es uno de los más destacados de la colección.
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