Shevirat Hakelim, 2009
En sus creaciones, Kiefer utiliza como fuente de inspiración también textos de la Cábala, a la cual ha llegado tras un profundo estudio y conocimiento del judaísmo. En este caso, la obra hace alusión al Shevirat Hakelim o «rotura de las vasijas», una de las fases de la Creación del universo según la Cábala. Según esta, antes de la Creación, todo el espacio era divinidad, y a medida que el universo fue expandiéndose la divinidad se contrajo. El Shevirat Hakelim es la explosión de la Luz Divina, como consecuencia de su contracción.
Al explotar, se rompieron los diez Sefirot o vasijas, que contenían los principios o la luz divina. Desde entonces, el mundo se compone de estos valores rotos, de estos fragmentos que se esparcieron. En la obra se observa una alusión directa a estos fragmentos, con piezas que se desprenden del lienzo e inundan el espacio. A la vez, Kiefer plantea una referencia a los orígenes geográficos de los textos bíblicos y de la cultura occidental, a través del zigurat o pirámide escalonada.